Recuerdan cuando el 11/11/2010 me referí a la Educación y la Cultura; en esa oportunidad, dije que se hacía necesario redefinir la educación, que en el futuro se desdibujaran las barreras generacionales
Hasta ahora el esquema clásico de la educación se resumía en que los adultos enseñaban a los jóvenes transmitiendo sus conocimientos resultado de ello se producía una relación, mayores, jóvenes, saberes.
Esto se esta modificando porque no necesariamente los jóvenes necesitan de los adultos para aprender dado que el desarrollo tecnológico modificó los parámetros clásicos resultado del nuevo marco comunicacional debido a INTERNET.
Por ello será importante afianzar nuestra identidad a partir del sinceramiento de nuestras raíces culturales que afiancen el SER NACIONAL dado que INTERNET reconfigura la legitimidad cultural desplazando el eje de los “especialistas” a los “aficionados” desatando una revolución cultural de difícil predicción.
Esta revolución está modificando nuestra relación familiar y social. Cada vez estamos mas comunicados, utilizando en el intercambio un nuevo lenguaje que no responde a un patrón ortográfico especial.
Esta cuestión llevó a la Real Academia de la Lengua a “ajustarse” a la época electrónica con una serie de modificaciones ortográficas adecuadas al tiempo presente; indudablemente se observa que los legos están preocupados para no quedar rezagados de los acontecimientos.
Seguramente prevén que en el futuro próximo los usuarios de Internet definirán un nuevo lenguaje con palabras como TKM, entre otras, que inventaron los chicos y hoy utilizan los mayores cuando quieren decir “te quiero mucho” por ejemplo .Internet nos facilita el estatus de “ciudadanos del mundo” al podernos conectar con todo el planeta penetrando diversas culturas, dejando de ser un número en la cuenta de habitantes que tiene la tierra y transformándonos en alguien identificable.
Los riesgos están cuando su utilización no es criteriosa máxime cuando participamos en una sociedad como la argentina que esta como en un estado de confusión de valores, dado que con facilidad se confunde lo real con lo virtual; la mentira con la verdad o la fantasía con la realidad. Complicado panorama cuando a esto le sumamos que los argentinos somos contradictorios y sentimentales.
Marcelo Moreno (mmoreno@clarin.com) en su muy buena nota del 21 de noviembre resalta lo dicho por el crítico argentino Alberto Manguel autor de Una Historia de la Lectura “vivimos en una época en la que los valores como la brevedad, superficialidad, rapidez y simpleza son absolutos.
Nunca lo habían sido; los valores que desarrollaron nuestra sociedad fueron los de la dificultad (para aprender y sobrellevar problemas); la lentitud (para reflexionar y no actuar compulsivamente) y la profundidad (para adentrarse en su problema).
Si se prescinde de esos valores se obtienen relaciones banales fácilmente manipulables. Moreno cita también a la estadounidense Maryanne Wolf de la Universidad Tufts a quien le preocupa que “la información sin guía pueda crear un espejismo de conocimiento y así restringir los largos, difíciles y cruciales procesos de pensamiento que llevan al saber autentico.
En definitiva Internet es una extraordinaria herramienta del conocimiento y de las comunicaciones; dependerá de cómo es usado.
Esta cuestión del modo de usarlo forma parte de nuestras preocupaciones especialmente cuando nos referimos a la educación y a la cultura.
Les prometo que seguiremos hablando del consumo de esta importante herramienta digital.
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